Con motivo de mi viaje a Colombia en 2014 con mi colega Nick Eggen, nos llevamos 20 palos y pelotas de floorball en el equipaje junto con el bañador y la crema solar.
En Medellín, visitamos un hogar infantil donde pasamos un día mostrando a los niños el deporte del floorball.
El resultado: 20 niños felices que pudieron olvidarse de sus preocupaciones, así como nuevo material deportivo para el futuro.